1. Soy una persona con autismo, no soy “autista”. Mi autismo es un
aspecto de mi personalidad, no me define como persona.
2. Mis sentidos están afectados, esto significa que las cosas ordinarias
que tu percibes, como los sonidos y olores comunes, los sabores y texturas que
experimentas en la vida diaria…, para mi, pueden ser hasta “dolorosas”. Como
soy una persona muy visual, éste es el sentido que más se me sobre estimula. El
medio ambiente en el que tengo que vivir, en muchas ocasiones puede ser hasta
hostil para mi. Puedo parecerte retraído y a veces hasta agresivo, pero lo
único que hago es “defenderme”, me siento “atacado”.
3. Por favor distingue que mi “no quiero”, es un “no puedo” o “no se
cómo”… El lenguaje receptivo y expresivo son ambos, difíciles para mi. No es
que no escuche las instrucciones, es que muchas veces no las entiendo.
4. Soy un pensador concreto e interpreto el lenguaje literalmente.
Cuando alguien dice “…le llovieron los regalos en su cumpleaños”, yo estoy
literalmente esperando que los regalos empiecen a caer del cielo… Por favor,
sólo dime, le hicieron muchos regalos en su cumpleaños. Los modismos, albures,
dobles sentidos y el sarcasmo son muy difíciles para mi.
5. Sé paciente con mi vocabulario, es limitado. Es muy difícil para mi,
expresarte lo que necesito, cuando conozco las palabras para describir mis
sentimientos. Puedo tener hambre, estar frustrado, asustado o confundido, pero
en esos momentos, estas palabras no son algo que se pueda expresar.
6. Ya que el lenguaje es tan difícil para mi, soy muy visual. Enséñame a
hacer las cosas, no solo me lo expliques, y por favor ten paciencia y
enséñamelo muchas veces. La repetición, con mucha paciencia, me ayudan a
aprender.
7. Busca mis fortalezas y las vas a encontrar. Vamos a enfocarnos y a
construir sobre las cosas que sí puedo hacer y que soy bueno haciendo, no en lo
que se me dificulta. Como cualquier otra persona, no puedo aprender en un
ambiente en donde se me hace sentir que no “sirvo” o que necesito que me
“arreglen”. Ayúdame a encontrar mis fortalezas, siempre hay más de una manera
de hacer las cosas.
8. Ayúdame con mi interacción social. Puede parecer que no quiero jugar
con otros niños, pero muchas veces, es sólo que no se como empezar una
conversación o entrar en el juego.
9. Trata de identificar qué “dispara” mis crisis, éstas ocurren porque
uno o varios de mis sentidos se “sobre cargaron”. Si logras identificar por qué
ocurren, algunas de ellas pueden ser prevenidas.
10. Si eres miembro de mi familia, acéptame incondicionalmente. Deja de
pensar “si él sólo pudiera hacer…” o “por qué no logra…” Yo no elegí tener
autismo, recuerda que esto me pasa a mi, no a ti. Sin tu ayuda y soporte, mis
posibilidades de desarrollarme y de lograr independencia se ven muy limitadas.
Tú eres mi guía, si sientes que las “reglas sociales” no hacen sentido para mi, déjalas ir.
Se mi amigo, mi padre, mi hermano… y juntos veremos qué tan lejos puedo llegar.
Puedo no ser bueno haciendo contacto visual, o teniendo una conversación, pero, no se si notaste que no miento, no hago trampas en los juegos, no molesto a mis compañeros, tampoco juzgo a la gente…
Todo esto se reduce a dos palabras: Tenme paciencia
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